Warriors no podrán volver siquiera a campaña para el olvido
Tras disputar cinco finales consecutivas de la NBA, los Warriors difícilmente pudieron haber esperado un desenlace tan extraño y decepcionante en la presente campaña, durante la cual inauguraron su reluciente casa, el Chase Center de San Francisco.
Golden State tuvo la peor foja de la NBA, 15-50, con un plantel conformado principalmente por ilustres desconocidos, noche tras noche.
Kevin Durant se marchó; Klay Thompson no tuvo actividad tras someterse a una cirugía por la ruptura de un ligamento de la rodilla izquierda, sufrida en el sexto partido de la final pasada ente Toronto, el eventual campeón; Stephen Curry se fracturó la mano izquierda.
Andrew Wiggins llegó y jamás pudo mostrar su talento estelar, lo mismo que el resto de un elenco improvisado. Luego, la pandemia de coronavirus frenó el deporte profesional en Estados Unidos.